Extracto:Los aranceles del 15% al vino y del 30% al aceite de oliva amenazan las exportaciones agroalimentarias a Estados Unidos, un mercado clave para el campo español.
La imposición de nuevos arancelespor parte de Estados Unidos a productos agrícolas europeos ha encendido las alarmas en el sector agroalimentario español. Desde el 1 de agosto, el vino español afronta un arancel del 15% a las importaciones desde la Unión Europea (UE), como parte de la nueva estrategia comercial impulsada por la Administración Trump. La amenaza de un arancel del 30% sobre el aceite de oliva todavía sigue vigente, aunque no se ha hecho efectiva.
El caso del vino español es especialmente sensible.
Estados Unidos fue en 2024 el principal destinode los vinos envasados españoles, tanto tranquilos como espumosos. Según la Federación Española del Vino (FEV), mantener el arancel del 15% podría provocar una caída del 10% en las exportaciones, agravada por la reciente depreciación del euro frente al dólar. “Esto dañaría nuestra cuota de mercado y reduciría los márgenes de las bodegas que intenten resistir”, advirtió José Luis Benítez, director general de la FEV.
El impacto económicose extiende mucho más allá de las ventas. El sector vitivinícola genera más de 363.000 empleos en España, representa 20.000 millones de euros del PIB y tiene presencia en más del 40% del territorio municipal, según la Organización Interprofesional del Vino de España. “Ignorar esta realidad sería un grave error estratégico”, sostiene la entidad, que pide revertir la medida a través de las negociaciones comerciales entre Bruselas y Washington.
A nivel europeo, el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV)ha solicitado aplicar el principio de “cero por cero” arancelario al vino dentro del nuevo marco comercial con EE. UU. Su presidenta, Marzia Varvaglione, recuerda que el comercio vitivinícola beneficia a ambos lados del Atlántico. Cada dólar generado por el vino europeo en Estados Unidos se multiplica por 4,5 en beneficio del ecosistema local de distribución y hostelería, según datos del CEEV.
En paralelo, el aceite de olivaafronta su mayor amenaza arancelaria en décadas.
La española Deoleo, líder mundial del sector con marcas como Carbonell y Bertolli, ha advertido a la del encarecimiento para el consumidor estadounidense, que depende en un 95% de importaciones. “Este mercado representa más de una cuarta parte de nuestros ingresos. Penalizarlo perjudica tanto al consumidor como al productor”, indicó Cristobal Valdés, CEO de la firma.
España es el primer exportador mundial de aceite de oliva y la provincia de Jaén, su epicentro productivo, encabeza una industria que exporta a Estados Unidos más de 250.000 toneladas anuales por un valor superior a los 1.200 millones de euros, según el Consejo Oleícola Internacional. Los nuevos aranceles podrían favorecer a competidores extracomunitarios como Marruecos o Turquía, que no sujetos a un arancel inferior del 10%.
Bruselas continúa negociando una salida diplomática.
El acuerdo anunciado el pasado domingo entre la UE y Estados Unidos ha reducido la incertidumbre, pero el vino y el aceite aún no figuran entre los productos exentos de gravamen. “No incluir al vino sería un error congraves consecuenciaspara un sector históricamente cooperativo”, advirtió Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV.
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